SWIFT es el acrónimo de Society for World Interbank Financial Telecommunication. Esta sociedad es una empresa propietaria de un sistema de mensajería interbancario que se utiliza por la mayor parte de los bancos del mundo para enviar mensajes. SWIFT tiene 9.000 miembros en todo el mundo que utilizan ese sistema para enviar mensajes.
Actualmente SWIFT es una sociedad cooperativa propiedad de sus socios, de modo que no podemos invertir en ella si nos parece un buen negocio, no obstante, SWIFT es una de las infraestructuras imprescindibles de las finanzas internacionales modernas.
El origen de SWIFT está en 1973, cuando se estableció por más de 200 bancos de quince países en Bruselas. En 1976 tenía más de 500 miembros en más de quice países, pero todavía estaba en pruebas. No fue hasta 1977 cuando se empezaron a enviar los primeros mensajes. 10 años después tenía 2161 clientes en 61 países y ya había enviado más de 192 millones de mensajes.
En la actualidad tiene más de 9.000 miembros y envía millones de mensajes a diario y sus sistemas se han ido actualizando poco a poco por otros más modernos, rápidos y baratos. Además SWIFT ha ido poco a poco abriendo oficinas en todo el mundo, con el objetivo de estar más cerca de sus clientes.
Hay que tener en cuenta que SWIFT sólo sirve para enviar información, no tiene cuentas o proporciona otro tipo de servicio financiero que no sea la mensajería. La función de SWIFT está muy clara, proporcionar un sistema seguro de intercambio de información entre bancos. Aparte SWIFT proporciona otros muchos productos y servicios, como aplicaciones y consultoría. No obstante, la principal labor de SWIFT son los códigos de los mensajes, no otros servicios financieros.
El principal motivo por el que SWIFT suele ser conocido es por los códigos de los bancos, que son los que tenemos que usar al hacer o recibir una transferencia internacional si nuestro banco es miembro de SWIFT (y seguramente lo sea). Cada banco tiene un código internacional ISO 9632 que lo identifica en el sistema. El código SWIFT de un banco está formado por el código del país, el código del banco y una serie de datos adicionales, como la localización o el tipo de sucursal.
Las transferencias entre bancos a través de SWIFT, se realizan mediante un sistema de corresponsalías, por tanto, para hacer una transferencia se suele necesitar uno o más intermediarios que realicen los pagos. Además, como indica Echevarri, una vez ordenada la transferencia se puede pedir en el banco el mensaje SWIFT de la misma, de modo que tenemos una prueba del mensaje internacional que se utiliza para mover el dinero de un banco a otro a lo largo y ancho del mundo.
¿Qué es el IBAN?
IBAN significa International Bank Account Number (número de cuenta bancaria internacional). Es un sistema para identificar cada cuenta corriente única. Se trata de un sistema que se desarrolló con intención de que fuera exclusivamente europeo y como tal está registrado en el Comité Europeo de Estándares Bancarios. No obstante, podría ser global si fuera lo suficientemente extendido, de hecho existen países fuera de Europa que lo utilizan.
Un número IBAN está formado por el código del país (ES para España, FR para Francia, etc), dos dígitos de control, el código del banco, el código de la sucursal, dos dígitos de control y el código de la cuenta (o libreta) del cliente. El código IBAN sin el código del país y las cifras de control, tiene veinte dígitos y es lo que solemos entender como número de cuenta, incorrectamente, ya que le número de cuenta corresponde exclusivamente a los diez últimos.
Tanto SWIFT como IBAN se han convertido en dos estándares muy necesarios para el funcionamiento de las finanzas, y están asumidos por parte de los usuarios y de los demás sistemas como imprescindible para poder hacer pagos internacionales, y por tanto imprescindibles en la actual economía mundial.
Actualmente SWIFT es una sociedad cooperativa propiedad de sus socios, de modo que no podemos invertir en ella si nos parece un buen negocio, no obstante, SWIFT es una de las infraestructuras imprescindibles de las finanzas internacionales modernas.
El origen de SWIFT está en 1973, cuando se estableció por más de 200 bancos de quince países en Bruselas. En 1976 tenía más de 500 miembros en más de quice países, pero todavía estaba en pruebas. No fue hasta 1977 cuando se empezaron a enviar los primeros mensajes. 10 años después tenía 2161 clientes en 61 países y ya había enviado más de 192 millones de mensajes.
En la actualidad tiene más de 9.000 miembros y envía millones de mensajes a diario y sus sistemas se han ido actualizando poco a poco por otros más modernos, rápidos y baratos. Además SWIFT ha ido poco a poco abriendo oficinas en todo el mundo, con el objetivo de estar más cerca de sus clientes.
Hay que tener en cuenta que SWIFT sólo sirve para enviar información, no tiene cuentas o proporciona otro tipo de servicio financiero que no sea la mensajería. La función de SWIFT está muy clara, proporcionar un sistema seguro de intercambio de información entre bancos. Aparte SWIFT proporciona otros muchos productos y servicios, como aplicaciones y consultoría. No obstante, la principal labor de SWIFT son los códigos de los mensajes, no otros servicios financieros.
El principal motivo por el que SWIFT suele ser conocido es por los códigos de los bancos, que son los que tenemos que usar al hacer o recibir una transferencia internacional si nuestro banco es miembro de SWIFT (y seguramente lo sea). Cada banco tiene un código internacional ISO 9632 que lo identifica en el sistema. El código SWIFT de un banco está formado por el código del país, el código del banco y una serie de datos adicionales, como la localización o el tipo de sucursal.
Las transferencias entre bancos a través de SWIFT, se realizan mediante un sistema de corresponsalías, por tanto, para hacer una transferencia se suele necesitar uno o más intermediarios que realicen los pagos. Además, como indica Echevarri, una vez ordenada la transferencia se puede pedir en el banco el mensaje SWIFT de la misma, de modo que tenemos una prueba del mensaje internacional que se utiliza para mover el dinero de un banco a otro a lo largo y ancho del mundo.
¿Qué es el IBAN?
IBAN significa International Bank Account Number (número de cuenta bancaria internacional). Es un sistema para identificar cada cuenta corriente única. Se trata de un sistema que se desarrolló con intención de que fuera exclusivamente europeo y como tal está registrado en el Comité Europeo de Estándares Bancarios. No obstante, podría ser global si fuera lo suficientemente extendido, de hecho existen países fuera de Europa que lo utilizan.
Un número IBAN está formado por el código del país (ES para España, FR para Francia, etc), dos dígitos de control, el código del banco, el código de la sucursal, dos dígitos de control y el código de la cuenta (o libreta) del cliente. El código IBAN sin el código del país y las cifras de control, tiene veinte dígitos y es lo que solemos entender como número de cuenta, incorrectamente, ya que le número de cuenta corresponde exclusivamente a los diez últimos.
Tanto SWIFT como IBAN se han convertido en dos estándares muy necesarios para el funcionamiento de las finanzas, y están asumidos por parte de los usuarios y de los demás sistemas como imprescindible para poder hacer pagos internacionales, y por tanto imprescindibles en la actual economía mundial.
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