España es en los últimos tiempos uno de los destinos preferidos por los inmigrantes. La facilidad del idioma, las remuneraciones obtenidas y el estilo de vida son algunos de los factores que hacen que los inmigrantes (sobretodo latinos) tengan a España como uno de sus destinos preferidos.
Las personas que consiguen ingresar al país de forma legal y tienen pensado permanecer en él un período de tiempo superior a los seis meses es conveniente que tengan una cuenta bancaria. La misma le servirá como apoyo en los primeros tiempos, les permitirá ir creando lazos con el país al cual han llegado al igual que comenzará a delinear su conducta financiera.
En España hay dos tipos de cuentas bancarias para las personas extranjeras, ellas son cuentas para residentes y cuentas para no-residentes.
En el caso de los no-residentes los mismos deben presentar su pasaporte o el documento de identificación del país de donde provienen (en el caso de presentar un carné de conducir está en el banco la decisión de aceptarla o no). Luego y en un período no mayor a los quince días, se deberá presentar el certificado de no re-residencia. El mismo se puede obtener en cualquier estación de policía. Por lo general el banco controla el estado de no-residente cada dos años. Si la persona cambia de estado, es decir se hace residente deberá entonces dar cuenta de ello al banco y acercar a la entidad una copia de la Tarjeta de Residencia.
A modo de consejo vale la pena decir que son pocos los bancos que solicitan la tarjeta de no-residencia. Si es que esto te sucede puedes tomar la opción de dirigirte a otra oficina del banco para tratar de evitar el trámite e incluso en un caso más extremo intentar cambiar de banco.
En lo que tiene que ver a las tarifas y servicios ofrecidos, las cuentas bancarias para no-residentes son casi similares a las de los residentes. Quizás la gran diferencia es más que nada en lo que el banco esté dispuesto a realizar por ti. En tal sentido el banco, salvo casos excepcionales no otorga tarjetas de crédito a los no residentes ni cubre sus sobregiros. Eso si, las tarifas por los servicios son similares. Si concurres a un banco donde las diferencias entre las tarifas cobradas a los no residentes y residentes son notorias te recomendamos que cambies de banco.
Hay que tener en cuenta un último aspecto a al hora de abrir una cuenta y tiene que ver con la moneda en la cual se realiza el depósito. Si el depósito inicial se hace en una divisa extranjera, deberemos asegurarnos de que el dinero se convertirá en euros de forma inmediata. Se conocen casos en los que si no se realiza esto se logran grandes dolores de cabeza de futuro. Este es un trámite el cual el banco no debería cobrar a un precio mayor que el habitual en operaciones de cambios de divisas.
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