Independientemente de tu nacionalidad, debes acreditar tu situación de residente o no residente para poder abrir una cuenta en un banco de España.
Si tienes tu residencia y tienes la tarjeta que lo acredita (NIE), sólo tienes que presentarla en el banco en el momento de la apertura.
Si no tienes la tarjeta de residencia hay dos opciones:
La primera consiste en presentarte con tu pasaporte (original y fotocopia) en la Dirección General de la Policía y solicitar un "certificado de no residencia". Con el pasaporte y este certificado te puedes dirigir a cualquier banco para abrir una cuenta, que será operativa desde ese mismo momento, teniendo inmediatamente disponibles los fondos depositados en ella.
La segunda opción consiste en dirigirte directamente al banco, con tu pasaporte, y solicitar la apertura de cuenta. En este caso es el propio banco el que solicita el certificado de no residencia con la autorización que habrás firmado en ese momento.
Sólo puedes proceder a la apertura de la cuenta mediante la presentación del pasaporte.
Los bancos cobran comisiones por la realización de ciertas operaciones, así como por los trámites de apertura y de mantenimiento de la cuenta. Conviene por tanto comparar las condiciones de diferentes entidades bancarias antes de escoger su banco.
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